Es la infección de transmisión sexual más común en el mundo, más de 40 tipos afectan a la zona genital; provocan aparición de verrugas y algunos tipos producen cáncer (pene, cérvix, ano).
El uso del condón no es suficiente para prevenir el contagio, el virus es resistente a la desecación.
Existen diversos tratamientos locales a la aparición de verrugas genitales (resección y electrofulguración, crioablación, medicamentos locales); es importante realizar tipificación del serotipo viral.
La penescopía como parte del abordaje en el paciente con sospecha de lesión juega un papel útil cuando no hay verrugas a simple vista.
Es una enfermedad tratable y controlable por el Urólogo.